Ayer recé nuevamente, sí... yo recé, y siguiendo las ensañanzas cristianas dejé todo en manos de Dios para que el dispusiera lo mejor; sin embargo si le pedí y le rogué que me ayudara, que reconduciera las cosas y que no separara de mi la razón que el mismo me dió para levantarme de mi letargo, para ilusionarme y creer que la vida puede valer la pena después de todo.
Me duele de sobremanera haber perdido la oportunidad de ser feliz, porque fue una sorpresa grata el que me haya ocurrido después de tanto tiempo. Nada ni nadie es perfecto, sin embargo esto fue excelente y lo necesitaba más que el aire para respirar.
Mis inseguridades y defectos me llevaron a cometer errores de los que no sé si algún día me podré perdonar. Ahora mis esperanzas son escasas por no decir nulas y el único consuelo que encuentro es que si logro soportar esta nueva derrota, quizás pueda estar preparado para algo más en un futuro que se me hace muy distante.
Ahora debo intentar hacer lo mejor, sacar esas ideas macabras que tanto me persiguen; solo espero poder lograrlo. Ya empiezo a tomar medidas porque en verdad quería curarme y pensé que tendría esa medicina que tanta falta me estuvo haciendo, esa con la que soñe noches interminables y que confundí con otras que solo tuvieron efectos secundarios... efectos que me hicieron más fuerte y más débil, que ayudaron en algún momento pero que dejaron secuelas que hoy me duele cargar conmigo.En la vida hay gente que sufre mucho, que tiene problemas mayores... no me puedo imaginar a mi mismo si no tuviera mi vista, si no tuviese piernas, si no tuviera familia, si tuviese una enfermedad que me limitase, si no tuviera la opción para decidir comer... y a pesar de que todas estas cosas son tristes y si me llegasen a pasar me dolerian en el alma, no existe dolor más grande que el del corazón... cambiaría con cualquiera si tuviese la oportunidad de que mi corazón pudiera amar y fuese amado.
La historia nos cuenta que Jesús fue un hombre bueno, que trató de ayudar a todo el mundo, nos dice que el mismo se proclamo hijo de Dios y que sacrificó su vida por su amor hacia nosotros. Hoy le hayo sentido a esa idea, por amor se puede hacer cualquier sacrificio.
Hoy intento ver las cosas buenas de la vida, intento prestar atención y agradecer por lo que tengo... por la brisa que acaricia mi rostro, por la luz del sol que me permite ver cosas tan lindas como las flores, por el agua que calma mi sed diariamente, por la lluvia que me refresca, por el cariño de los animales... en fin, hay muchas cosas por las que estar agradecido, pero yo sobre todo agradezco haberla conocido, haberla abrazado, haberla acariciado y haberla amado.
"Prefiero haber podido inhalado el perfume su cabello, haber recibido un beso de su boca, haber recibido una caricia de sus manos que pasar el resto de mi vida sin ello".
